POR SU MISERICORDIA Dios te Bendiga »

jueves, 20 de noviembre de 2008

Reclamos


Reclamos
ANTIGUAMENTE TODO ERA MEJOR El mundo hoy, va mal...
El gobierno sólo hace política...
Las autoridades son inoperantes..
La propia Iglesia se estancó...
El carro no arranca...
Mi promoción no sale...
La señal aún está cerrada...
Mi equipo perdido...
Qué calor insoportable...
Mi mujer, sólo reclama...
Mis amigos desaparecieron..
ESOS NIÑOS QUE NO PARAN DE LLORARLa ciudad es un asco...
Mi jefe no me comprende...
El taxi no aparece...
Y esta fila que no avanza...
Nadie reconoce mi trabajo...
Los precios no paran de subir...
Mi teléfono vive descompuesto...¡
Que vida, eh !
Pero...
¿algúnReclamo?
¿Y si yo hubiese nacido en cuna de oro?
¿Y si mis papás fueran más inteligentes?
¿Y si yo ganase una enorme cantidad?
¿Y si no existiese tanta gente confundiendo mi vida?
¿Y si yo consiguiese un diploma sin tener que estudiar?
¿Por qué la gente tiene tanta lucha y tribulación, tanto dolor y sufrimento,
transformando la vida en un “Valle de Lágrimas”?
¿Difícil, está esto ahora?
Pero ahora preste mucha atención a esta situación...
Jesús nació en un establo...
Jesús montó en un burrico...
Jesús multiplicó los panes y peces en un cesto...
Jesús utilizó un local para evangelizar...
Jesús promovió un milagro en un barco...
Jesús fué sepultado en un sepulcro...
PRESTADO !
Sólo la cruz era de Él!
Y Él nunca maldijo su condición de nada tener,
nunca murmuró y jamás blasfemó !
¿Tienes aún algún reclamo?

domingo, 2 de noviembre de 2008



Si tienes un problema muy agobiante,

una necesidad muy grande en tu vida;

tal vez el problema es que monopolizas toda la plática con Dios y

no le estás escuchando a Él para nada.

¡Deja de hablar tanto y toma tiempo para escuchar!

Escucha la Palabra de Dios.

Quédate en silencio y deja que Él te hable.

Cuando estés en silencio esperando en Él,

escucharás un susurro, una suave voz.

Alguien llamó a eso “un impulso divino”,

pues es una impresión en tu corazón indicándote que

tienes que hacer algo en particular.

Algunos creen que orar significa seguir pidiendo y pidiendo,

seguir hablando y rezando y rogándole al Señor con una gran palabrería y

una gran insistencia para convencerlo de que nos conceda lo que queremos.

Este tipo de oración no demuestra mucha fe,

ni confianza en que Él va a responder.

Todo lo contrario , demuestra tu falta de fe e incredulidad,

pues dudas que Él ya te oyó y que la respuesta está en camino.

Cuando ores, no necesitas seguir pidiéndole lo mismo e insistir

con tantas palabras tratando de expresar lo que quieres.

Lo que en verdad necesitas es seguir ‘creyendo’,

y ‘esperando con fe’.

¡Espera que Dios te responda!

La respuesta está en camino,

¡Dios responderá!

¿Sabías que el sentido más sublime de la oración no es insistir o demandar a Dios?

Es entrar en comunión con Él,

remontando todo nuestro ser hacia los cielos y

esperando con fe la respuesta divina.